El juez, Jon Tigar, dio un revés al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a las nuevas restricciones que la administración del mandatario pretendía imponer a las solicitudes de asilo de los migrantes que cruzan la frontera entre México y EU.
El juez federal con sede en San Francisco, emitió una suspensión a la medida que pretendía impedir a la mayoría de los migrantes solicitar asilo en Estados Unidos si pasaron primero por otro país.
La mayor parte de los migrantes que atraviesan la frontera provienen de Centroamérica, por lo dicha medida descartaría de ser candidatos para solicitar asilo debido a que, la mayoría, tuvieron que pasar primero por nuestro país.
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Tras esta medida la Casa Blanca condenó la decisión del juez, calificándola de "tiranía de un sistema disfuncional".
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, declaró el jueves que el magante "usará todas las opciones a su disposición para encarar este fallo infundado y defender las fronteras de nuestra Nación".
Altos funcionarios federales aseguraron que el plan, que entró en vigor la semana pasada, desalentaría a los migrantes a dejar sus países de origen.
No es la primera vez que Tigar, quien fue designado al cargo por el expresidente, Barack Obama, prohíbe que otras medidas de asilo menos restrictivas entren en vigor y podría bloquear de manera permanente esta nueva política.
Por ello, el juez dijo que la nueva medida podría exponer a los migrantes a la violencia y el maltrato, negarles los derechos que dictan las leyes internacionales y devolverlos a los países de los que huyen.
"Pero buscar atajos para evadir la ley, o debilitar los límites entre el Congreso y el poder ejecutivo, no son soluciones para estos problemas", declaró Tigar.
Reconoció que el sistema migratorio del país está saturado por el incremento en los arribos de migrantes centroamericanos que se ha registrado durante el último año.