La empresa norteamericana Genesis Toys, ha sido criticada por la alianza que hizo con la compañía Nuance Communications para la fabricación de juguetes, la cual es especialista en reconocimiento de voz y sus clientes son militares.
Las dos compañías fueron acusadas ante la Comisión Federal de Comercio en Estados Unidos por considerar que los juguetes pueden invadir la privacidad de los pequeños. Se les acusa de capturar conversaciones entre las familias a través de su muñeca Cayla, ya que ésta tiene un micrófono que funciona con Bluetooth y un altavoz.
El juguete funciona con una aplicación móvil y les pide a los niños que completen frases como: Mi nombre es⬦., Vivo en⬦., Mi escuela se llama⬦, Mi papá se llama⬦, además se debe ingresas la localización de los pequeños al juguete, el cual almacena direcciones IP. Gracias a la aplicación, Cayla procesa datos para poder hablar con los niños, capturando sus conversaciones.
Además de la muñeca existe el robot i-Que, diseñado para dar datos científicos. También requiere de una aplicación para funcionar, pero solicita el acceso a la cámara lo cual, según los especialistas, es completamente innecesario.
De esa manera, las aplicaciones convierten las frases en textos para obtener respuestas usando Google Search y Wikipedia, entre otras plataformas digitales. Ken Munro, especialista en seguridad de Pen Test Partners, un organismo británico que ejecuta pruebas relativas a la seguridad de los productos le dijo a la BBC que hay una vulnerabilidad en el sistema tecnológico que usaron los fabricantes de Cayla que le permite ser hackeada.
"Padres, asegúrense de desconectar la muñeca cuando no la estén usando y de que el teléfono móvil o la tableta que utilizan esté protegido con código PIN, que sea seguro y esté actualizado" Munro
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