Nueva York es conocida como la ciudad que nunca duerme y también en la que más se trabaja en los Estados Unidos, por ello sus habitantes han preferido pagar 12 dólares por tomar una siesta en horarios laborales.
Así surgieron lugares como Nap York o Yelo Spa, dos sitios en pleno corazón de Manhattan que ofrecen a sus usuarios cabinas individuales para tomar una siesta en un ambiente silencioso a cualquier hora del día o de la noche.
La intención es reducir el mal humor, la baja productividad, los problemas de concentración, la poca creatividad y el ausentismo laboral, que provoca la falta de sueño.
Según los directivos de estos sitios, quienes más acuden a tomar a descansar son trabajadores con largas jornadas laborales o que viven lejos de la Gran Manzana, así como mujeres embarazadas y personas que tienen hijos y pasaron la noche en vela.
"Es mejor venir a dormir una siesta que derrumbarte en tu escritorio". Maya Daskalova, gerente de YeloSpa.
Dormir o no dormir
En los últimos 15 años la percepción que se tiene sobre la siesta ha cambiado drásticamente, al punto que instituciones como Google, la NASA o la Universidad de Marylands han implementado cabinas para dormir dentro de sus instalaciones.
Tomar una siesta de 10 o 20 minutos es el mismo tiempo que toma fumar o buscar un café . Christopher Lindholst, empresario de MetroNaps.
En Estados Unidos, sólo el 24% de las personas duermen ocho horas por día, lo que significa que cerca de un tercio del total de la población duerme menos de lo que deberían, lo anterior provoca una pérdida de 411 millones de dólares al año, lo que equivale a 1.2 millones de días laborales, según un estudio de la Rand Corporation de 2016.
"Debemos terminar con el engaño de que hay que estar agotados para tener éxito . Arianna Huffington, escritora.
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