Una vez más, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a hacer de las suyas, ahora, durante su visita a Japón.
El mandatario está en ese país como parte de su gira por Asia. Allí, reafirmó que lo suyo, lo suyo& no son los buenos modales.
No saludó como se debía
El nuevo capítulo de este cuento de nunca acabar sucedió en el marco de la visita del mandatario estadounidense al emperador nipón Akihito y a la emperatriz Michiko, previo a su reunión con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
La visita corría conforme a lo marcado en el protocolo en el Palacio Imperial de Japón, mismo que rompió Trump (como ya es costumbre) a la hora de saludar al emperador Akihito, a quien evitó inclinarse en señal de respeto.
La inclinación ante una persona es una señal importante de respeto en Japón, pero parece que a Donald Trump le importó poco.
Pierde paciencia al alimentar a peces
Una vez culminada la visita al emperador Akihito, el presidente estadounidense se reunió con el primer ministro nipón, Shinzo Abe, con quien rompió el protocolo por unos minutos. Ambos mandatarios dieron de comer a un grupo de peces llamados carpas ornamentales, pero eso ¡también lo hizo mal Trump!
Esta vez, el escenario de la pifia fue el estanque de Koi, donde en el momento cúspide en el que alimentaban cucharada por cucharada a los peces color dorado y naranja, a Donald Trump se le acabó la paciencia y concluyó el momento volteando la caja de madera que contenía el alimento.
- El gesto provocó risas, incluso del secretario de Estado, Rex Tillerson.
Cuando las fotos comenzaron a circular, los críticos de Trump dijeron que era un ejemplo de su estilo impaciente&Tras finalizar, ambos hombres sonrieron y saludaron a las cámaras como buenos amigos y aliados.
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