¿Cómo vive Uruguay a un año de la legalización de la marihuana?

Los uruguayos cumplen un año comprando sus "porros" en la farmacia. Foto: AFP

La exministra Olga Sánchez Cordero, quien encabezará la Secretaría de Gobernación en el próximo gobierno, afirmó que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), está abierto al diálogo para emprender acciones que lleven a la pacificación del país, entre ellas la despenalización de la droga.

De acuerdo con Sánchez Cordero, el tabasqueño le dio la instrucción textual:

Carta abierta, lo que sea necesario, lo que sea necesario para pacificar este país. Abramos el debate. Andrés Manuel López Obrador.

Mientras se discute este tema en México, en Uruguay desde hace un año los ciudadanos pueden comprar en la farmacia 10 gramos de cannabis, los que les permite la ley uruguaya, una de las tres formas de acceso a la marihuana.

Las otras dos opciones son el autocultivo o pertenecer a un club cannábico.

  • Esta es la historia de Ismael Fernández&

Es miércoles y, como cada semana, Ismael Fernández recibe un mensaje por Whatsapp de la farmacia para avisarle que hay cannabis. Al salir del trabajo enfila hacia allí, compra los 10 gramos que le permite la ley uruguaya y sigue a casa a disfrutar de un "porro para relajarse".

Para este empleado de una empresa de limpieza y su pareja Stefanía Fabricio, peluquera, ambos de 31 años y padres de un niño de 3, se acabó la desagradable transa ilegal de contactar al "dealer" y pagar por marihuana paraguaya o brasileña "prensada, mezclada, a veces muy mala, llena de químicos". Y por supuesto, más cara.

Hace cuatro años y medio que Uruguay, un país de 3,4 millones de habitantes, despenalizó y reguló el consumo recreativo y hace uno que se puede adquirir en farmacias hasta 40 gramos mensuales por persona.

"Ahora es más fácil que cuando empezó", cuenta Ismael. Luego de una primera fase algo incómoda, en la que había que hacer largas filas y aun así a veces se acababan las existencias antes de que le llegara su turno, las farmacias se han organizado. Las colas ya no son usuales.

"Te mandan un mensaje con un número, con el que vas luego a retirarla, y en 'mi' farmacia se puede reservar por la web"

Para comprarla en la farmacia basta con ser mayor de 18 años, residir en el país e inscribirse como "adquiriente" en cualquier oficina de Correos.

Tras superar el momento crítico inmediato a la implementación en que los bancos rechazaron trabajar con los establecimientos que vendieran cannabis (por una normativa internacional contra el narcotráfico), el mecanismo uruguayo, inédito en el mundo, ha seguido caminando sin mayores sobresaltos.

¿Cómo evitar que se consuma más de lo permitido?

Se cuenta con un sistema informático que lleva el registro de cada compra e impide que la misma persona compre nuevamente antes de que se cumpla una semana exacta.

"Puedes volver el próximo miércoles a las 16H44", dice la dependiente de una farmacia. "Ok, a las 5", responde el comprador como para fijarlo en su memoria.

Entonces apoya su pulgar en un dispositivo captahuellas para completar el proceso de registro de la compra y paga 400 pesos, unos 13 dólares, por los 10 gramos.

Contra los prejuicios

"Para mí es lo mismo que vender aspirinas". Enrique Curbelo dueño de una pequeña farmacia local

El afable señor de 76 años, este nuevo producto le está permitiendo levantar su pequeña farmacia de barrio: Lilen, la cual había estado alicaída en los últimos años por la competencia de las grandes cadenas. "Tenía que vender lo que ellas no venden".

Curbelo tuvo que deslastrarse de sus prejuicios para entrar en el selecto grupo de farmacias que expenden la planta. Son apenas 14, la mitad en Montevideo, para surtir a los 24 mil 812 compradores, una cifra que se ha multiplicado por cinco desde que comenzó la venta, de acuerdo con el estatal Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca). 

El autocultivo

Federico Corbo optó por el autocultivo, que le permite tener hasta seis plantas. En su casa en las afueras de Montevideo, este jardinero de profesión de 41 años experimenta con cruces de especies de cannabis, buscando optimizar los tiempos de floración y la calidad. 

Aunque celebra sin ambages la despenalización, discrepa en la apreciación del producto de la farmacia: "No es pésima pero es baja", cree, y sostiene que, a su juicio, hay que mejorar los controles de calidad, sobre todo en el secado y el almacenado.

Club cannábico

Un club cannábico puede tener hasta 45 integrantes y 99 plantas.

Las cifras

Según estimaciones del Ircca, cada autocultivador y cada miembro de club provee de cannabis a otras dos personas, mientras quienes compran en farmacia comparten con una persona más. Así, "aproximadamente la mitad de las personas que usan marihuana accede a cannabis regulado (estando o no registrado)", señala el organismo. 

No se ha puesto fin al mercado ilegal

El resto sigue optando por el anonimato y los canales por fuera de la ley para hacerse con la hierba. ¿La razón? El polémico registro de usuarios, del que la ley garantiza la confidencialidad, algo en lo que no todos confían.

"Me parece que se hizo mal: si se iba a legalizar, tenía que hacerse de forma que el Estado no tuviera el rol paternalista o policial de vigilar cuánto fuma uno o deja de fumar". Anónimo

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