Una pequeña niña, vestida con una gabardina color rosa con capucha, mira con ojos de asombro el retrato de la exprimera dama Michelle Obama que se exhibe en la National Portrait Gallery, en Washington, y el cual fue creado por la artista Amy Sherald.
Es primero de marzo. La pequeñita de cabello chino, ajustado con una cola de caballo, calza unas botas rojas. Tiene la boca abierta y mira hacia arriba, pues el cuadro de la exmoradora de la Casa Blanca es inmensamente grande, en comparación con el cuerpo pequeño de la niña.
Ben Hines la mira a poca distancia. Es un turista que visita el espacio de arte --al igual que Parker, que es el nombre de la pequeña-- en el que se exhibe la obra con la que perpetuaron a Michelle Obama.
Saca una fotografía. Capta el momento exacto que, sin proponérselo, dará fama a la pequeñita, cuya fotografía, además de darle la vuelta al mundo, le servirá, días después, para conocer a la protagonista que mira con admiración.
El encuentro entre la menor ocurrió este martes. La esposa de Barack Obama dio cuenta de éste en la red social Twitter, donde compartió un video en el que se le ve bailar con Parker. Ambas ríen, bailan, mueven la cabeza, sacuden su cabello.
Parker, estoy tan contenta de haber tenido la oportunidad de conocerte hoy (y para la fiesta de baile) Sigue soñando grande para ti misma... y tal vez un día me enorgullezca mirar un retrato tuyo . Tuit de Michelle Obama
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