Miles de migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, tomaron la difícil decisión de dejar todo atrás en su país para perseguir el "sueño americano".
Algunos sólo salieron con la ropa que traían puesta, otros con lo que les era posible cargar en una mochila, pero su vida en sus hogares se quedó en el pasado para ellos.
Sin embargo, también decidieron traer consigo sus objetos más preciados y valiosos, que no necesariamente tienen que ver con un valor monetario, sino sentimental.
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Osos de peluche, muñecas, biblias, cadenas, dijes de santos son algunas de las cosas que portan y cuidan las personas que integran la caravana migrante que actualmente se encuentra en Oaxaca rumbo a Estados Unidos.
Estos objetos representan para ellos los sueños que dejaron atrás, pero también la esperanza de encontrar mejores oportunidades de vida y empezar desde cero en Estados Unidos, donde esperan tener trabajo y seguridad.
Alrededor de 4 mil migrantes viajan en esta caravana, partieron de la ciudad hondureña de San Pedro Sula el pasado 13 de octubre, huyendo de la inseguridad y la falta de empleo en su lugar de origen, y pese a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de enviar militares a su frontera con México, ellos continúan en su camino hacia el país norteamericano.
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