Un grupo de obispos católicos, así como los gobiernos de Albania e Irlanda aceptaron recibir a 140 migrantes varados a bordo de un guardacostas italiano, según informó este sábado el primer ministro Giuseppe Conte, poniendo fin a una crisis de 10 días en torno a los migrantes buscadores de asilo.
No obstante, el premier dejó claro que Italia está muy molesta por lo que considera una falta de solidaridad general de la Unión Europea, amenazando con desquitarse no aprobando el próximo presupuesto multianual del bloque. Lo anterior en referencia a promesas realizadas por la Unión Europea (UE) durante una cumbre efectuada en junio pasado, de ayudar a Italia y otros países con costas que dan al Mediterráneo a enfrentar la carga de los migrantes rescatados de frágiles embarcaciones o abandonados por traficantes de personas.
Bajo las condiciones actuales, Italia no considera que sea posible manifestar su adhesión a un proyecto presupuestario que sustenta una política demasiado incoherente a nivel social", señaló Conte.
Cabe mencionar que el ministro del Interior, Matteo Salvini, que dirige al antiinmigrante Partido Liga, se rehusó a permitir el descenso de los migrantes del guardacostas Diciotti, hasta que otras naciones de la UE se comprometieran a recibir a los solicitantes de asilo, la mayoría jóvenes procedentes de Eritrea.
Salvini declaró ante simpatizantes del partido, durante un acto político, que un fiscal en Sicilia, Luigi Patronaggio, habría emprendido una investigación en su contra por no permitir el desembarco de los migrantes.
Vale mencionar que 50 de las 190 personas que el guardacostas italiano rescató en el mar el 16 de agosto recibieron autorización para desembarcar en Italia, entre ellas todos los menores y adultos enfermos.
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