Migrar, la única opción que le quedaba a la familia de niña fallecida en EU

La noticia de la muerte de la pequeña le ha dado la vuelta al mundo. Foto: AP

A Nery Caal, padre de Jakelin Amei Rosmery Caal Maquín, se le habían terminado las esperanzas en Guatemala, según cuenta su familia.

El hombre de 29 años y la pequeña partieron en busca del sueño americano en busca de un mejor futuro; sin embargo la pequeña de siete años murió tras cruzar la frontera de Estados Unidos con México bajo la custodia de agentes estadounidenses. Esa historia ya le ha dado la vuelta al mundo.

Nery Caal y Claudia Maquín, de 27 años, formaron una familia hace nueve años; procrearon cuatro hijos y juntos pensaron que podrían salir de la pobreza en que vivían. Desde hacía tiempo habían considerado la posibilidad de que Nery migrara a Estados Unidos, lo que lo convertiría en el primer hijo de Domingo Caal, padre de Nery, en hacer el viaje al norte.

El esposo se fue por la extrema pobreza, se fue por la necesidad, dijo Maquín a través de su suegro, dado que no habla español, solo Qeqchi, uno de los 22 dialectos mayas del país.

Nery y Jakelin Salieron el 1 de diciembre y el 6, ya habían llegado a la frontera, se fueron con un coyote, reveló José Manuel Caal, tío de la niña. La familia no sabe cómo fue el trayecto del viaje, ni cómo fue la muerte de la menor y piden que no se digan mentiras sobre la manera en que falleció.

40 quetzales diarios para mantener a la familia

La familia explica que Nery Caal es agricultor, tiene una pequeña parcela de unos 40 metros cuadrados donde siembra y cosecha maíz, para el consumo, a veces tiene jornales o días de trabajo donde logra hacer 40 quetzales diarios, unos 5 dólares para poder sostener a su familia.

El abuelo de la niña dice que siente un dolor grande por su nieta fallecida, y recuerda que cuando un niño se enferma en el lugar solo queda la voluntad de Dios, una pastillita o algún montecito, no alcanza para comer mucho menos para un tratamiento médico.

Según cuenta el abuelo, la niña estaba sana y estaba tan alegre que brincaba de la emoción de que viajaría a Estados Unidos para quedarse a trabajar.

  • El dato: La comunidad de San Antonio Secortez en Raxruhá, Alta Verapaz, a 355 kilómetros de la capital guatemalteca es habitada por 420 personas quienes viven de la agricultura de acuerdo con información del Concejo Comunitario de Desarrollo Urbano y Rural, (COCODE).

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