El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu enfrenta dificultades en su vida política, mientras Israel se dirige a elecciones nacionales por segunda vez este año.
Y es que Netanyahu enfrenta una contienda cerrada y la probabilidad de cargos por corrupción, por lo que una victoria decisiva en la votación del martes puede ser lo único que lo mantenga alejado de los tribunales. No obstante, de repetirse el resultado de las elecciones de abril o si ganara el rival Benny Gantz, podría poner en peligro la carrera del hombre que lideró el país durante la última década.
Asimismo, durante esta campaña abreviada, Netanyahu se ha mantenido activo y un día está en reuniones con líderes mundiales. El siguiente, supuestamente da a conocer un sitio nuclear iraní antes desconocido. Luego se compromete a anexar partes de la ocupada Cisjordania. Casi todos los días, emite advertencias infundadas sobre la minoría árabe del país que "roba" elecciones, haciendo acusaciones de incitación y racismo.
Cada campaña electoral en la que participa está convencido de que puede perder, y así es como lucha contra él, de espaldas a la pared", dijo Anshel Pfeffer, autor de una biografía reciente de Netanyahu.