Tras las protestas del movimiento de "chalecos amarillos" que causaron importantes daños en París, el presidente de Francia, Emmanuel Macron dijo este sábado que "jamás" aceptará la violencia.
"Ninguna causa justifica que las fuerzas del orden sean atacadas, que comercios sean saqueados, que se amenace a transeúntes o periodistas, que se ensucie el Arco del Triunfo", dijo el presidente galo en Buenos Aires, donde asistió a una cumbre del G20.
Y es que al menos 140 personas fueron detenidas y unas 65 resultaron heridas hoy en París, Francia en una nueva protesta contra el incremento en los impuestos a los carburantes, y para demandar un aumento del poder adquisitivo.
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