El Papa Francisco presentó directrices para reformar una mesa de consejo, Sínodo de los Obispos, a fin de que católicos ordinarios jóvenes sean consultados del 3 al 28 de octubre en relación con temas a los que se enfrenta la Iglesia, como apertura y escándalos sexuales y comunión a católicos divorciados y vueltos a casar.
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El Sínodo de los Obispos da a los Sumos Pontífices una forma organizada de juntar a obispos para debatir problemas coyunturales en el clero; las nuevas normas de la mesa de consejo aseguran que las opiniones de obispos jóvenes serán parte de su doctrina oficial, pero sólo si él mismo así lo aprueba.
El conservadurismo y la nueva ola
El Papa, de nombre Jorge Mario Bergoglio, tratado de fomentar el debate en el Sínodo y dos encuentros en 2014 y 2015 se tornaron polémicos al abordar temas como si católicos divorciados y vueltos a casar pueden recibir la comunión; ciertos conservadores lo acusaron de ir más allá de lo que la Iglesia permite.
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El cardenal Lorenzo Baldisseri, quien dirige la oficina sinodal, dijo que los cambios eran consecuentes con los esfuerzos de Francisco para hacer una Iglesia más descentralizada y unir a obispos de todo el mundo. Al mismo tiempo, los cambios reflejan el papel fundamental de la gente de Dios en centros religiosos, dijo.
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