Este video sí que le alterará los nerviosos a más de uno y es que en las imágenes se observa a un enorme oso que aparentemente juega con un bebé, pero de pronto abre sus fauces y muestra grandes colmillos como si quisiera comerse al niño. ¡Por suerte hay un cristal de por medio!
Al ver e imaginar la tragedia que pudo haber ocurrido, de no ser por la separación, los padres se llevan al bebé.