El padre Julian Assange, John Shipton, pidió a Australia que extradite a su hijo, detenido en Reino Unido, y dijo estar conmocionado por el mal aspecto físico que tenía cuando lo arrestaron la semana pasada en Londres.
A través de un medio local, Shipton pidió al Departamento de Relaciones Exteriores (DFAT) y al primer ministro de aquella nación, hacer algo de manera simple para resolver la situación del filtrador.
Por el mismo medio de comunicación, explicó estar conmocionado por el mal aspecto físico que tenía su hijo cuando lo arrestaron el pasado jueves en la embajada de Ecuador en Londres, en relación a una orden de extradición de Estados Unidos.
Lo vi, la manera como lo arrastraron en la escalera, los policías, no tenía buen aspecto. Tengo 74 años y tengo mejor aspecto que él, que tiene 47. Estoy conmocionado", aseguró.
El fundador de WikiLeaks había tenido asilo desde hace siete años para escapar a una orden de detención británica por acusaciones de violación y agresión sexual en Suecia, que Assange siempre ha negado. En ese lugar, su progenitor lo visitaba habitualmente.
Durante meses y meses ha estado viviendo como un prisionero de alta seguridad, ni siquiera podía ir al baño, había cámaras vigilando todos sus movimientos", señaló Shipton.
Mientras tanto, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo el viernes que Assange no recibiría ningún "trato especial" de su gobierno.