Francesco Raúl y Gianfranco, padre y hermano del presidente argentino Mauricio Macri, respectivamente, fueron citados para el jueves 13 de noviembre de manera sorpresiva por el juez federal Claudio Bonadío a fin de declarar por presuntos actos de corrupción y sobornos millonarios.
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La causa se basa en declaraciones hechas por Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de las Concesiones Viales, quien aseguró que empresas pagaban para conseguir contratos con el Estado y evitar controles. Los Macri formarían parte de ese grupo de inversores, pues eran dueños de la constructora Autopistas del Sol.
La defensa de la familia presidencial
Fuentes del gobierno anticiparon que aducirán motivos de grave salud para que Francesco Raúl, empresario de 88 años nacido en Italia y nacionalizado argentino, no se presente debido a problemas de la cadera y por no estar en condiciones para sostener una conversación, mucho menos de tipo judicial.
Gianfranco sí deberá presentarse ante Bonadío en la causa que investiga el pago de primas de sus empresas durante el gobierno de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en el rubro de transporte. Esta investigación comenzó a mediados de 2018 y amenaza con ocupar toda la administración Macri.
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