El papa Francisco aterrizó en Santiago, Chile, casi una hora antes de lo previsto, para realizar una visita de tres días que lo llevará también por las ciudades de Temuco (sur) e Iquique (norte), antes de proseguir su gira por Perú.
La presidenta Michelle Bachelet y tres niños que le entregaron un ramo de flores recibieron al sumo pontífice al pie de la escalerilla del avión, así como miembros de la Iglesia y otras autoridades.
Durante su estancia de tres días en Chile, Francisco se reunirá con autoridades, comunidades indígenas, religiosos y pobres, en las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique, donde realizará multitudinarias misas, en las que las autoridades chilenas esperan asistan más de 1.2 millones de personas.
Abusos sexuales
En el primer viaje de un papa a Chile en treinta años, Francisco se encontrará con la población más desconfiada con la Iglesia Católica de Latinoamérica, según un reciente estudio. Los abusos sexuales en el seno de la Iglesia han contribuido a esta percepción.
Activistas de varios países pidieron este lunes al Papa que cambie "perdones por acciones" para desterrar la pederastia y lanzaron una organización internacional contra el abuso infantil que pretende acabar con estas prácticas y sentar en los tribunales a los culpables.
"En Chile hay obispos que han encubierto y que deberían estar en la cárcel o deberían estar destituidos y le pedimos al papa concretamente en Chile, acciones, no perdones". Juan Carlos Cruz, integrante de la Fundación para la Confianza
Indígenas y migrantes
Francisco, que se ha erigido como defensor de los indígenas del continente, denunciará en Temuco los abusos sufridos por la comunidad mapuche, una minoría cada vez más radicalizada que reivindica sus tierras ancestrales y sus tradiciones.
El jueves en Iquique, importante lugar de tránsito migratorio, concluirá su visita con otra misa en una playa a orillas del océano Pacífico.
Desde Iquique el papa argentino viajará a un Perú en plena convulsión política y social por el indulto al expresidente Alberto Fujimori, que había sido condenado a 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
Continúan protestas
Varios grupos se manifestaron en contra de la presencia del Papa cerca de la embajada Argentina para protestar por el gasto que representa el viaje. Otras manifestaciones contra los abusos sexuales de religiosos y protestas de la comunidad gay también estaban previstas, en medio de fuertes medidas de seguridad.
Su primera actividad, en Santiago, será un encuentro con la presidenta Michelle Bachelet, agnóstica confesa e impulsora del matrimonio igualitario, que entregará el poder el 11 de marzo al conservador Sebastián Piñera.
Las autoridades esperan que lleguen a Chile cerca de un millón de argentinos, bolivianos y peruanos para ver al papa, que será resguardado por unos 18 mil policías.
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