El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este jueves en Orlando, Florida, con los familiares de las víctimas del club Pulse. En su discurso, el mandatario dijo tener el corazón destrozado y pidió un cambio en el debate sobre armas en el país.
Dijo que los que defienden un acceso fácil a fusiles de asalto deberían reunirse con las familias de las víctimas. Además, hizo un llamado a los senadores a "mostrarse a la altura" de las circunstancias para enfrentar este tema.
El mandatario y el vicepresidente Joe Biden depositaron, en un pequeño monumento improvisado, 49 flores en honor a las 49 víctimas fallecidas en el ataque.
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