Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inquietó con la intención que tiene sobre que la Unión Americana compre Groenlandia. Pero lejos de tratarse de un capricho del polémico mandatario, ¿qué hay detrás de la intención de compra?
La ubicación de la isla más grande del mundo, entre los océanos Atlántico y Ártico, lo convierte en uno punto importante y estratégico en la defensa de América del Norte. Por lo que ha crecido el interés entre China, Rusia y EU por controlar el Ártico.
Las tensas relaciones entre la triada de naciones eleva aún más el interés por hacer de Groenlandia terreno amigo. Entre lo que han considerado acciones provocadoras del ejército ruso y la actitud agresiva de China, le dan mayor hambre de territorio a EU.
Para Luke Coffey, experto de Heritage Foundation, la tensión crece pues Rusia entrena a su ejército de manera libre dentro de territorio ruso, pues posee la mitad del Ártico; sin embargo, no existe garantía que permanezca dentro del área nacional ante el intervencionismo de Moscú en Georgia, Ucrania o Siria.
"El problema es que no hay garantía de que Rusia permanezca dentro de sus fronteras", dice Coffey
Groenlandia, la ruta comercial ideal
Reducir tiempos de traslado de producto mercantil es otro de los puntos a favor que las potencias ven en Groenlandia, que esperan poder aprovechar y explotar la ruta del norte.
China que ha desarrollado una presencia principalmente económica y científica. Está tejiendo su red para ganar mercados y espera eventualmente beneficiarse de la ruta del norte, que acorta el camino entre los océanos Pacífico y Atlántico.
Además, Dinamarca es un territorio rico en recursos naturales: petróleo, gas, oro, diamantes, uranio, zinc, plomo. Y donde Pekín tiene una licencia para una mina de tierras raras.
Groenlandia no está a la venta
Tras avivarse el interés por el territorio ártico, el gobierno isleño dejó claro que el territorio en donde conviven unos 56 mil habitantes no está a la venta. Sin embargo, se dijo abierto a la inversión extranjera.
Groenlandia es uno de los territorios más seductores para Estados Unidos desde tiempo remotos. La administración de Donald Trump no es la primera en ofrecerse a comprar la isla que está institucionalmente unida a Dinamarca.
En 1946, con Harry S. Truman al mando, EU propuso comprar la isla a Dinamarca por 100 millones de dólares.