Como AMLO, estos mandatarios decidieron no vivir en casas oficiales

La canciller alemana, Angela Merkel, decidió permanecer en su hogar en el centro de Berlín. Foto: AP

 

"A Palacio Nacional o a Palenque (Chiapas)", es una de las frases que dijo el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, mientras estaba en campaña para hacer referencia a que no viviría en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Desde 1935, cuando el general Lázaro Cárdenas decidió abandonar el Castillo de Chapultepec para trasladarse al Rancho La Hormiga, ahora conocido como la residencia oficial de Los Pinos, todos los presidentes de México han vivido en este lugar.

Sin embargo, López Obrador se ha negado y ha dicho en múltiples ocasiones que, cuando rinda protesta como presidente de México, vivirá en el Palacio Nacional (o en su actual residencia, ubicada en la delegación Tlalpan, de la capital mexicana), para convertir a Los Pinos en un centro cultural abierto al público (tal como lo hizo Cárdenas con el Castillo de Chapultepec).

Pero AMLO no es el único ni el primer jefe de Estado en negarse a vivir en la residencia oficial del gobierno. Alrededor del mundo, otros han sido quienes prefieren la comodidad de su hogar u otro lugar para vivir:

Angela Merkel

La canciller de Alemania ha gobernado el país europeo desde que ascendió al poder en noviembre de 2005. Y también desde entonces se negó a mudarse a la Cancillería Federal alemana (Bundeskanzleramt), que es la residencia oficial. En cambio, Merkel se quedó en su casa en el centro de Berlín, frente al famoso Museo de Pérgamo (conocido como el Louvre alemán) en el barrio de Mitte.

Michel Temer

En medio de la polémica por los excesivos gastos de su esposa, el presidente de Brasil decidió abandonar el Palacio de la Alvorada por ser "demasiado grande y estar demasiado lejos", tan sólo 11 días después de entrar a vivir en el edificio futurista diseñado por el arquitecto Oscar Miemeyer.

Temer se había mudado al Palacio de la Alvorada el 17 de febrero junto a su esposa y su hijo, pero menos de dos semanas después decidieron regresar al Palacio de Jaburú, sede del vicepresidente de Brasil.

Pepe Mujica

El exmandatario de Uruguay, conocido como "el presidente más pobre del mundo", debido a que renunció al 90% de su salario, se negó a mudarse a la residencia presidencial de Suárez, en Montevideo. En cambio, continuó viviendo en su granja, que se encuentra en la periferia de la capital uruguaya, donde cultivaba flores y cuidaba de sus animales.

El destino de la residencia oficial fue convertirse en un albergue para personas en situación de calle durante las épocas de frío.

David Cameron

El ex primer ministro del Reino Unido también se negó a vivir en el famoso número 10 de Downing Street, un apartamento ubicado en un edificio histórico de Londres y que ha hospedado a los primeros ministros.

Sin embargo, no se fue tan lejos, pues sólo se mudó al número 11 del mismo edificio, ya que ese departamento era más grande que el 10.

Sebastián Piñera

A diferencia de sus contrapares, el presidente de Chile no tuvo otra opción más que quedarse en su casa, pues este país latinoamericano no cuenta con una residencia oficial para sus mandatarios. Piñera vive con su esposa e hijos en una zona exclusiva en la comuna de Las Condes, al oriente de Santiago, la capital chilena.

Te recomendamos:

 

Qué opinas