El juez Julián Ercolini procesó este lunes por presunto lavado de dinero a la expresidenta de la República Argentina (2007-2015) Cristina Elisabet Fernández de Kirchner y a sus hijos, Máximo y Florencia, en el marco de la causa Hotesur , sociedad anónima propiedad de la familia sospechosa de maniobras fraudulentas.
Según la fiscalía, los Kirchner fingían alquilar habitaciones de hoteles de su propiedad a Lázaro Báez, empresario hoy tras las rejas y favorecido con millonarios contratos de obra pública durante la gestión de la imputada; Ercolini sospecha que los contratos eran ficticios y formaban parte de una cadena de corrupción.
- En las transacciones, se especula, empresarios pagaban un retorno (soborno) en agradecimiento por contratos estatales recibidos.
Autoridades argentinas creen que al menos 86 millones de pesos (unos 3.5 millones de dólares) que recibió la familia provenía de recursos públicos que los expresidentes Néstor Carlos Kirchner y Fernández les habían entregado a los empresarios para que hicieran obras. También fueron procesados:
- Lázaro Báez y su hijo Martín.
- Víctor Manzanares, excontador de los Kirchner.
- Osvaldo Sanfelice, exsocio de los Kirchner.
- Romina Mercado, sobrina de la expresidenta.
Fernández de Kirchner argumentó inocencia y aseguró que la causa forma parte de persecución judicial de la que es objeto desde que dejó el gobierno en diciembre de 2015; en tanto, el hijo Máximo Kirchner dijo en un escrito que presentó ante el juez señalado.
Todos los hechos que se describen en la acusación son operaciones comerciales absolutamente lícitas. La acusación es un relato vago que sólo describe operaciones comerciales absolutamente regulares que fueron declaradas por las partes intervinientes .
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