Récord de mujeres se unen a la carrera presidencial de EU para 2020

Todas buscan evitar que Donald Trump se reelija para un segundo mandato. Foto: AFP

Dos años después de que Hillary Clinton fracasara en su intento de llegar a la Casa Blanca, un número sin precedentes de mujeres están en la carrera para destronar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confiadas en que los votantes estén listos para romper una barrera histórica.

La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, de 69 años, fue la primera demócrata reconocida en anunciar su intención de postularse el último día de 2018.

Las senadoras Kirsten Gillibrand, de 52 años, y Kamala Harris, de 54, así como la congresista Tulsi Gabbard, de 37, siguieron su ejemplo.

El número de mujeres de alto perfil en la carrera presidencial es "históricamente sin precedentes", dijo Erin Cassese, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Delaware.

Y una cuarta senadora, Amy Klobuchar, se plantea lanzarse a la carrera.

Doble vínculo

En las elecciones de mitad de mandato se rompieron varios récords, como el número de mujeres electas no sólo para el Congreso, sino para las asambleas legislativas en los 50 estados.

Con cuatro o más candidatas compitiendo por la Casa Blanca, la política presidencial parece estar pasando por un cambio, "una ola rosa", como lo definió Cassese, aunque limitada al Partido Demócrata.

Aunque, Cassese espera que se ponga el foco en los programas políticos, duda que las candidatas consigan escapar del perfil esperado para las mujeres en política: "este doble vínculo" de tener que parecer amables y competentes a la vez. "Pero es muy difícil para ellas hacer ambas al mismo tiempo".

Las candidatas a las elecciones de 2020, Warren especialmente, ya han sido examinadas a través de este prisma de "simpatía", que los observadores señalan que rara vez se usa para los candidatos masculinos, pero que se aplicó implacablemente a Clinton, a menudo criticada por carecer de cierta naturalidad.

Cálculo estratégico

Las candidatas, según Cassese, a menudo son empujadas a hacer un "cálculo estratégico": enfatizar los problemas de las mujeres o minimizar a propósito los elementos de género de una campaña y competir "como un 'hombre'". A menudo es difícil determinar cuál funciona mejor.

  • Otras se fijan menos en el género, pero de ninguna manera lo presentan como un tabú.

Los estadounidenses parecieron estar preparados para elegir a una mujer como presidenta en 2016, cuando Clinton consiguió 2.9 millones votos más que Trump, a pesar de perder el conteo del Colegio Electoral estado por estado.

Qué opinas