El viernes David Turpin, de 57 años, y Louise Turpin, de 50 que por largo tiempo confinaron y torturaron a 12 de sus 13 hijos en la "casa del horror" en California, Estados Unidos, fueron sentenciados a cadena perpetua; sin embargo en el Tribunal estaba Rider, un perro de raza labrador que ayudó a los pequeños a reducir los momentos de ansiedad, además de fortalecerlos en los instantes más ásperos.
La historia comenzó después de que los hermanos salieron de la casa a principios del año pasado; Rider colaboró para que los hermanos pudieran sacar muchas emociones acumuladas por los maltratos sufridos.
El viernes acompañó por última vez al Tribunal a la numerosa familia, se sentó, y mientras los hermanos declaraban, recibía caricias por parte de los niños y poder hacer más llevadera la sentencia.
El perro colabora con el Departamento de Policía de Corona, está capacitado para acompañar a víctimas sin obstaculizar un juicio, Rider colaboró saca emociones reprimidas de las víctimas, que probablemente un humano no pude, aseguraron fuentes policiales del dicho departamento de policía.
- Tras el juicio, Rider se despidió de los hermanos con un mensaje lleno de emociones en su cuenta de Facebook
Hoy (viernes) marcó el final de un largo procedimiento criminal. Tuvimos la suerte de trabajar con un equipo de defensores, investigadores y fiscales que dieron la bienvenida a la idea de usar un perro de instalación por primera vez en el condado de Riverside. Conocimos a los niños de Turpin desde el principio y fueron recibidos con los brazos abiertos. Me trataron con tal amor y cariño cada vez que nos vimos. Les deseo toda la fuerza, bienestar y la esperanza de volver a visitarlos algún día. Rider
A los padres se les acusó de tortura, confinamiento y abuso infantil a 12 de sus 13 hijos biológicos, a quienes golpearon y estrangularon, además de castigarlos encadenándolos a sus camas, mantenerlos desnutridos, permitirles una ducha al año y nunca llevarlos al médico o a un odontólogo.