Rusia prevé producir vacuna contra COVID-19 en septiembre

Rusia es una de las naciones que desarrolla una vacuna contra el COVID-19. Foto: AFP

Este sábado, Rusia anunció que el próximo mes de septiembre comenzará a producir una vacuna para combatir el nuevo coronavirus (COVID-19), informó Tatiana Gólikova, viceprimera ministra de dicho país.

Según Gólikova, las pruebas de la nueva vacuna iniciarán en julio; luego en agosto el registro estatal, para que en septiembre inicie la producción del fármaco para el uso general de la población, detalló en conferencia de prensa

El COVID-19 en Rusia

  • Este sábado, Rusia registró 8 mil 706 nuevos contagios, un número alto y estable desde hace más de tres semanas, lo que eleva el total en 520 mil 129 casos.

Rusia había explicado hasta ahora sus modestas cifras de decesos, en comparación con los países occidentales, porque solamente contabilizaba las muertes directas por COVID-19, a partir de la autopsia.

  • Otros países cuentan en cambio prácticamente la totalidad de los muertos que dieron positivo a la enfermedad

Según la viceprimera ministra rusa, la publicación de las cifras de mortalidad en abril también se vio retrasada por las autopsias hechas en las regiones rusas.

¿Qué dice la UE sobre alguna próxima vacuna?

Este sábado, la Unión Europea (UE) garantizó el abastecimiento de las futuras vacunas contra el nuevo coronavirus, al concluir un acuerdo con el grupo farmacéutico AstraZeneca para garantizar el suministro de 300 millones de dosis.

Alemania, Francia, Italia y Holanda firmaron un acuerdo con el grupo, nacido en 1999 de la fusión del sueco Astra y el británico Zeneca, que prevé abastecer a todos los países miembros de la UE cuando la vacuna contra la COVID-19 sea descubierta.

  • La Comisión Europea defendió el viernes la idea de que los países de la UE se congreguen para garantizar el acceso privilegiado a la futura vacuna y aboga por contratos anticipados de compra.

Cuando los laboratorios tratan de encontrar una vacuna en tiempo récord -12 a 18 meses, frente a varios años normalmente-, estos anticipos de pago les facilitarían invertir en las capacidades de producción, aunque los ensayos clínicos en humanos no hayan terminado.