Las esperanzas de hallar supervivientes disminuyen minuto a minuto en Colombia, que cuenta ya con un doloroso balance de 262 muertos â¬43 niños entre ellos--, mientras este lunes fue declarada la emergencia económica tras la brutal avalancha en la amazónica ciudad de Mocoa.
"Debo informar con gran pesar que el número de fallecidos sigue aumentando". Juan Manuel Santos, presidente de Colombia
El presidente Santos ha estado liderando los esfuerzos de recuperación, tras la avalancha desatada la medianoche del viernes por el desborde de tres rÃos. La capital del departamento del Putumayo quedó cubierta de lodo, piedras y troncos, y ha dejado también más de 200 personas desaparecidas y afectaciones a 45 mil.
Lo que ha quedado de Mocoa
Los sobrevivientes, además de la zozobra, rezan por saber de los suyos, a la misma velocidad que van apagándose sus esperanzas.
El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez, informó de la conclusión este lunes de "la primera fase de búsqueda", y que ahora entrarán "con maquinaria para ir haciendo remoción de escombros", en una calurosa Mocoa, donde el barro ya tiene mal olor y empieza a levantar el polvo al secarse.
Tampoco hay agua corriente, y el 80% de la población no tiene energÃa eléctrica en Mocoa.
Una fábrica de entierros
En otra dolorosa escena, el Parque Cementerio NormandÃa parecÃa una fábrica de entierros, con una misa masiva, cuerpos envueltos en plásticos blancos y un montón de ataúdes apilados y hombres abriendo huecos en el suelo para depositarlos.
Este alud, que según un estudio podrÃa repetirse en 385 sitios más de Colombia, supera al último gran desastre natural en el paÃs, un deslave en Salgar que mató a 92 personas en mayo de 2015.
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