Sigue la lluvia de críticas contra los centros de detención de migrantes en Estados Unidos. Decenas de manifestantes protestaron el martes frente a un centro de acogida en Florida, exigiendo que se quiten los fondos para mantener abiertos este tipo de lugares.
"Quiero que el Congreso deje de financiar el odio, deje de financiar a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas y la policía fronteriza, que deje de darles el dinero como el que les acaba de dar y que usan para abusar de las familias, para intimidar a los inmigrantes y para separar a las familias. Es hora de dejar de financiar este abuso, es un escándalo", comentó Alyssa Henning, manifestante.
Por su parte, Jason Tache, estudiante universitario, consideró que las autoridades estadounidenses son las que están fabricando esta crisis, empeorando con ello la situación en países de América Central y América del Sur al dejar de financiar cosas, están creando una crisis para ganar una elección, y cosas así no pueden pasar".
Un grupo de parlamentarios demócratas visitó centros de detención de migrantes en Texas y calificó sus condiciones de "horribles".
La congresista demócrata Alexandra Ocasio-Cortez denunció la existencia de celdas "sin agua corriente" y dijo que los oficiales de la policía fronteriza sugirieron a mujeres detenidas "que bebieran del inodoro".
La asesora de la Casa Blanca, Kellyanne Conway indicó en una entrevista que se trataba de una "afirmación escandalosa" y que "todos los que gestionan esa instalación o la Patrulla Fronteriza han dicho que eso no es cierto".
El comisionado adjunto de la patrulla fronteriza, Robert Perez, aseguró que los centros de detención "nunca fueron diseñados para lidiar con el volumen de migrantes" que llega actualmente a Estados Unidos y que su cuerpo policial está haciendo todo lo posible para lidiar en condiciones de "sobresaturación".