Un soldado iraní abrió fuego contra sus compañeros de una base en la periferia de la capital, Teherán, matando a cuatro de ellos e hiriendo a otros ocho, sin que se conozcan por ahora sus motivos.
El ataque, el segundo en su tipo en las últimas semanas, se registró en la base aérea militar de Kahrizak, a unos 10 kilómetros de distancia, según los reportes.
Problemas psicológicos
El Ejército de Irán informó que el tiroteo probablemente esté relacionado con problemas psicológicos del soldado, que repentinamente comenzó a disparar contra sus camaradas o por el repentino y accidental giro de su arma.
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