El principal sospechoso de los atentados extremistas que el pasado noviembre dejaron 130 muertos en París, capturado el viernes en Bélgica tras cuatro meses huido de la justicia, se enfrentará ahora a un interrogatorio policial y a una petición de extradición rápida a Francia.
Sobre Salah Abdeslam, de nacionalidad francesa, pesaba una orden europea de detención emitida por Francia. Fue arrestado el viernes en el vecindario de Molenbeek, en Bruselas, y hospitalizado tras recibir un disparo en una pierna.
Jueces antiterrorismo franceses podrían presentar una petición de extradición ya este fin de semana. Un acuerdo europeo de 2002 agiliza este proceso, especialmente en el caso de delitos graves. Las familias de las víctimas y los sobrevivientes quieren que sea juzgado en Francia.
El presidente francés, François Hollande, dijo en Bruselas que está seguro de que "las autoridades belgas responderán a esto de la forma más favorable posible, lo antes posible".