La policía escolta a los niños hasta la escuela y un autobús urbano ha cambiado su ruta habitual mientras un vecindario próximo a Tampa teme que un asesino en serie pueda estar suelto.
Tres personas murieron por disparos en las últimas dos semanas en un radio de 1,6 kilómetros (una milla) en Seminole Heights, un vecindario normalmente tranquilo. La policía cree que los tiroteos están ligados por su proximidad y fecha, pero no tiene un motivo ni un sospechoso.
Los tres fallecidos tomaron el autocar y estaban solos cuando fueron baleados en la calle. No se conocían entre ellos y no fueron víctimas de robo.
El alcalde de Tampa, Bob Buckhorn, dijo el lunes que la ciudad ha desplegado docenas de agentes en la zona durante las 24 horas del día. El FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos también colaboran en el operativo, agregó.
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