A su regreso de la casa presidencial de descanso de Camp David, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump aseguró que no tiene considerado despedir al fiscal especial Robert Mueller, quien investiga la presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
No obstante, y ante pregunta expresa de representantes de los medios, Trump admitió que si estaba muy molesto por informes de que Mueller obtuvo decenas de miles de correos electrónicos de funcionarios durante la transición, por lo que recalcó: "no me puedo imaginar que haya algo incriminador en ellos".
Con dicha declaración, Trump disipó versiones de que intenta deshacerse de Mueller y así terminar con la investigación sobre sus presuntos nexos con Rusia, que lo habrían llevado a instalarse en la Casa Blanca.
La versión cobró fuerza después que la representante demócrata Jackie Speier, de California, dijo a una televisora local que existía el "rumor" de que Trump despediría a Mueller a fines de esta semana, después de que los miembros del gabinete dejaran Washington por el descanso de Navidad.
Mueller fue nombrado a principios de este año como asesor especial del Departamento de Justicia, con el fin de investigar si miembros del equipo de campaña de Trump se confabularon con Moscú para influir en el resultado de la carrera presidencial en 2016.
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