Después del tiroteo del pasado domingo en Las Vegas, Nevada, que dejó un saldo de 59 personas muertas y más de 500 heridas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se negó hablar de cómo enfrentar la violencia armada y el control de armas en el país.
Mientras visitaba a sobrevivientes y doctores en un hospital de Las Vegas, la prensa preguntó al presidente Trump a cerca de la violencia armada en los Estados Unidos y con tono evasivo decidió no hablar del tema.
"No vamos a hablar de eso hoy. No hablaremos de eso". Donald Trump, presidente de los Estados Unidos
Durante la vista, Trump calificó de enfermo y psicópata a Stephen Paddock, de 64 años, quien desde el piso 32 del casino Mandaly Bay disparó decenas de tiros a los asistentes al concierto al aire libre.
Por ello, el mandatario estadounidense prometió que su gobierno dará todo el apoyo a las víctimas, muchas de las cuales todavía permanecen en condición crítica en hospitales de la zona.
- Se supo que Paddock compró 33 armas de fuego durante el último año y que la policía encontró 47 armas en total, muchas de ellas de grueso calibre, tanto en el hotel como en sus casas.
El presidente estuvo acompañado de la primera dama, Melania Trump, y conversaron con algunos de los sobrevivientes, donde elogió la actuación de médicos, enfermeras y agentes del orden.
El presidente fue recibido en el aeropuerto por el gobernador republicano de Nevada, Brian Sandoval, el alcalde de Las Vegas, Carolyn Goodman, y el alguacil del condado de Clark, Joseph Lombardo.
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