Autoridades turcas despidieron a más de 10 mil funcionarios públicos por supuestos vínculos con el clérigo opositor Fetullah Gülen, en el marco de una purga que lleva a cabo el gobierno a raíz del fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio.
Otros 10 mil 131 empleados del Estado, en particular de los ministerios de Educación, Justicia, Salud y Relaciones Exteriores, fueron despedidos, además 15 medios de comunicación prokurdos fueron cerrados, según dos decretos publicados anoche en el Diario Oficial.
Mediante estos decretos, las elecciones para designar a los rectores de las universidades también han sido abolidas y será ahora el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien elegirá directamente a los rectores de entre los candidatos seleccionados por el Consejo de Enseñanza Superior.
Turquía ha arrestado formalmente a más de 37 mil personas y ha despedido o suspendido a unos 100 mil funcionarios, jueces, fiscales, agentes de policía y otros, en un ajuste sin precedentes para sacar a todos los seguidores de Gülen del aparato del Estado.
Además, Ankara quiere que Estados Unidos detenga y extradite a Gülen para que pueda ser juzgado en Turquía por el cargo de planear el intento de derrocar al gobierno, sin embargo el clérigo, quien vive en un exilio autoimpuesto en Pensilvania desde 1999, niega cualquier participación.
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