El refugio se llama Ernesto, fue creado en 2017 a raíz del problema de abandono de estos animales por parte de sus dueños que a su vez, escapaban del conflicto armado que azota la región desde 2011.
Mohamad Alaa Jalil, de 43 años era electricista antes de la lucha, después manejó ambulancias para ayudar a los afectados y al mismo tiempo daba de comer a algunos mininos que se encontraba, finalmente se dio a la tarea de recoger a cientos de animales, en su mayoría felinos, que fueron afectados por el conflicto y así creo Ernesto, nombre que lleva el lugar en honor a su gato favorito.
En 2016 la guerra se intensificó y dividió a la cuidad por zonas: rebelde y gubernamental y propició a que miles dejaran su hogar y sus mascotas. "Huimos de un barrio al otro, y después abandonamos la ciudad", recuerda Mohamad, que con ayuda de sus amigos logró sacar e la cuidad a 22 gatos.
En 2017 se instaló en Kafr Naha en donde actualmente acoge a 18 animales que reciben un buen trato y cuidados veterinarios. "Tratamos de forma gratuita a todo tipo de animales: caballos, vacas e incluso gallinas", explica.
A pesar del entorno de guerra y de tener armas muy cerca, Mohamad sigue con su labor que es admirada por las personas. "Los he visto cuidar cualquier tipo de animales, es realmente extraordinario", dice Mohamad Watar, un cliente.
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