Mientras se disputaba el Clásico entre el Barsa y Real Madrid en el Camp Nou, cientos de independentistas convocados por la plataforma Tsunami Democratic se congregaron a las afueras del recinto para manifestarse.
Para evitar que los independentistas interrumpieran el juego del Barsa y el Real, visto por al menos 650 millones de personas en todo el mundo, hasta ese sitio llegaron policías, quienes se enfrentaron con los manifestantes.
Al notar la presencia de los elementos del orden, los ánimos comenzaron a subir de tono y los independentistas comenzaron a causar disturbios; quemaron al menos cuatro botes de basura con los que formaron barricadas a las afuera del estadio donde se disputaba el juego del Barsa y el Real, según se pude observar en algunos videos que usuarios de redes sociales han comenzado a subir.
En los enfrentamientos callejeros, la policía antidisturbios obligó a la multitud de independentistas a retroceder; algunos arrojaron objetos a los oficiales, alineados detrás de los escudos, y otros manifestantes lucharon entre ellos.
Las autoridades dijeron que nueve personas, la mayoría jóvenes con los rostros cubiertos, habían sido arrestadas y que hay al menos 12 heridos.
Cuando terminó el juego, se ordenó a los fanáticos que se fueran en el lado sur del estadio para evitar los enfrentamientos afuera.
En tanto que los jugadores de ambos equipos (Barsa y el Real) abandonaron el Camp Nou en autobuses y escolados por la policía catalana.
Los independentistas buscaron promover su apuesta por la independencia utilizando la cobertura mediática del juego entre el Barsa, el líder de la liga española, y su feroz rival Real Madrid. Conocido como El Clásico, el juego fue pospuesto desde el 26 de octubre en medio de violentas protestas de los separatistas.
Cuando las multitudes entraron al estadio de fútbol más grande de Europa el miércoles por la noche, los guardias de seguridad confiscaron máscaras de la estrella argentina de Barcelona, Lionel Messi, a los partidarios, aparentemente para asegurarse de que pudieran ser identificadas en cámaras de circuito cerrado si violaban la ley.