Roma quedó cubierta con ríos de hielo la noche del domingo debido a una potente granizada, tormenta que paralizó las actividades de la capital italiana hasta este lunes.
Autos flotando, conductores siendo rescatados y árboles derrumbados fueron parte del panorama de la ciudad que ya le ha dado la vuelta al mundo.
En redes sociales comenzaron a circular imágenes que dieron cuenta de cómo las avenidas de la metrópoli quedaron teñidas de blanco. El agua que estuvo acompañada de fuertes vientos bloqueó varias carreteras e inundó pasajes subterráneos.
Varías líneas de tranvía quedaron cortadas a causa de la inundación y las autoridades dieron la orden de que se cerraran cuatro estaciones de metro.
No se tienen reportes de ningún número de heridos, sin embargo, los vuelos del aeropuerto de Fiumicino tuvieron que ser desviados.
El Departamento de Protección Civil de Roma advirtió a la población de la continuidad de condiciones climáticas adversas con fuertes vientos y tormentas.
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