Xi y Trump hablan sobre brote de coronavirus; China se dice capaz de detener la epidemia

Xi Jinping también pidió a Estados Unidos que reaccione "de forma razonable" a la epidemia. Foto: AFP

El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron la mañana de este viernes una conversación telefónica en la que abordaron el nuevo brote de coronavirus 2019, que ya ha causado la muerte de 638 personas y más de 31 mil infectados en 28 países.

Afirmó que China libra "una guerra popular" contra la epidemia, con una "movilización nacional" y "medidas de prevención y control muy estrictas", según declaraciones citadas por la televisión nacional CCTV.

Según la agencia de noticias Xinhua, Xi Jinping también pidió a Estados Unidos que reaccione "de forma razonable" a la epidemia.

Donald Trump "expresó su confianza en la fortaleza y resistencia de China para enfrentar el desafío del nuevo brote de coronavirus" y ambos líderes "acordaron continuar con una amplia comunicación y cooperación", afirmó la Casa Blanca.

Acusan a EU de crear y sembrar pánico por nuevo coronavirus

El lunes, el ministerio de Relaciones Exteriores chino acusó a Estados Unidos de "crear y sembrar el pánico" en torno al nuevo coronavirus que apareció en diciembre en el centro de China.

"El gobierno estadounidense fue el primero en evacuar al personal de su consulado en Wuhan (la ciudad más afectada por la epidemia), en sugerir la retirada parcial de su personal de la embajada y en imponer una prohibición de entrada a los viajeros chinos", recalcó Hua Chunying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

"No ha parado de crear y propagar el pánico, lo cual es un muy mal ejemplo", declaró a la prensa.

Estados Unidos prohíbe la entrada a su territorio de todos los extranjeros no residentes que lleguen de China y recomienda a sus ciudadanos que no vayan al país asiático o que se marchen de él si están allí.

China tomó medidas excepcionales el 23 de enero poniendo en cuarentena la ciudad de Wuhan (centro), epicentro del nuevo virus, y sus 11 millones de habitantes.