Se dicen olvidados. Son 500 alumnos de preparatoria que, junto con sus padres, profesores y autoridades, decidieron no regresar a su escuela, después del sismo del 19 de septiembre.
Y es que 200 de ellos, tomaban clases en la azotea de su colegio Lucio Cabañas , ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México y evacuarla el día del temblor, representó un riesgo.
Janeth Nayeli Nava, alumna de quinto semestre manifestó que en su escuela no estábamos cien por cierto seguros porque apenas y cabíamos en los pasillos dos personas, las escaleras estaban muy reducidas y el día que se sucinto el temblor no podíamos salir.
Por eso montaron carpas gigantes en un terreno baldío en donde sus profesores continúan dando clase desde el pasado 2 de octubre para no perder el ciclo escolar.
Y para que la delincuencia no les robe sus pertenencias por las noches, estudiantes y profesores dispusieron de tiendas de acampar en donde montan guardia.
Tenemos ganas de estudiar, porque la mayoría de mis compañeros está viniendo y nos motivaría más tener una escuela mejor, a pesar de las condiciones en las que estamos seguimos viniendo la mayoría". Guillermo Rodríguez, alumno
Por su parte, el profesor Marco Antonio Ramírez secunda a los estudiantes: Nos sentimos bien porque estamos haciendo nuestro trabajo, no importa donde lo hagamos, ya sea en la calle, ya sea en la tierra, en donde sea, pero lo más importante es que los chicos sigan estudiando .
Estamos aquí porque los chicos están más seguros aquí que en la propia escuela . Mayra Vigil, madre de familia