Al menos en cuatro entidades del país se utilizan bombas expansivas para ahuyentar el granizo, tanto en el campo mexicano como en la industria automotriz.
Esas bombas expansivas, que son lanzadas a través de un cañón vertical, están compuestas de acetileno, un gas altamente inflamable.
Durante un recorrido por el municipio Villa Victoria del Estado de México, Unotv.com logró ubicar un remolque en cuyo interior iba el cañón y varios tanques de gas acetileno. Un tractocamión lo trasladaba entre los sembradíos de papa, frijol, maíz y zanahoria. Se dirigía hacia el punto en el que apareció una nube negra que pronto fue bombardeada para mitigar la caída de granizo.
Se hacen las detonaciones cada seis segundos para cuando venga la nube, convierta el granizo en agua, o bien, tantas detonaciones como sea necesario, dependiendo de cómo venga la nube y como venga el granizo de fuerte", explicó Héctor Rodríguez, productor de papas.
Sin embargo, otros campesinos manifiestan su malestar por utilizar esas bombas que se han convertido en la discordia.
Jesús Mercado, Comisario Ejidal de Villa Victoria, refiere: Dicen que no hace ningún mal, pero nosotros nos damos cuenta de lo contrario".
La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, señaló en una publicación que "la utilidad de éstos (cañones antigranizo) ha sido cuestionada pues no está científicamente comprobado que en realidad logren su objetivo.
Pensar que los cañones antigranizo realmente sirvan para detener grandes precipitaciones, es un mito, un acto de fe, señala Fernando García García, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
Mientras tanto, en Villa Victoria, Estado de México, el tractocamión con cañones antigranizo sigue recorriendo el campo durante la temporada de lluvias.
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