El arte de ayudar de Toledo con cocinas comunitarias en Juchitán

Una voz,  que emana de una bocina,  anuncia que la comida está lista. Aunque no hace falta, pide ser puntual. A las 2 de la tarde comenzarán a servir.

Ahí está Doña Ofelia, al frente de  una de las 45 cocinas comunitarias que, por intervención del artista Francisco Toledo, funcionan en Juchitán, Oaxaca.

En cada platillo, estas mujeres  ponen sazón y corazón para alimentar  a los damnificados del sismo del 7 de septiembre.

Quienes acuden a comer ahí, saben que detrás de cada bocado está la ayuda de quien de cariño llaman "Chico Toledo".

"Queremos agradecer a 'Chico Toledo'; por parte de él están las cocinas, él está dando los alimentos", dice una de las comensales.

Tras el sismo, el artista Francisco Toledo no esperó ni un minuto, fue el primero en brindar ayuda en Juchitán, su ciudad natal: "Pues ayuda uno, porque está en la posición de ayudar".

En entrevista exclusiva con Uno TV, Francisco Toledo enfatiza que los lazos que tiene con Juchitán son indestructibles: "Bueno, pues es el lugar donde nació mi familia, yo estoy ligado profundamente a la cultura juchiteca por la lengua, las costumbres,  la comida,  por los lazos familiares pero no sólo Juchitán también Ixtaltepec porque mi madre es de Ixtaltepec;  y luego en Ixtepec fueron ellos a vivir, entonces también tuvimos relación en Ixtepec, hay relación afectiva con todo estos pueblos".

Aunque muy pocos conocen al artista en persona, le están agradecidos y lo consideran de su familia.

"Todos los que comen acá están agradecidos con él, ¡quisiera que fuera mi hermano!", dice en zapoteco Ofelia, encargada de la cocina comunitaria. 
Seis mujeres atienden la cocina de la séptima sección de Juchitán. Ahí llegan al menos 80 personas.

"Aquí preparamos el desayuno, la cena y en la tarde pues nos regala pan y a veces hacemos café, otro día preparamos atole con avena porque también nos regala avena y arroz con leche", señala Irene Jiménez Sánchez, encargada de la cocina comunitaria de Juchitán.

A esto, hay que sumar cuatro mil panes y 400 kilos de tortilla que se reparten todos los días en las calles bajo lonas.

Desde el Instituto de Artes Gráficas de OaxacaFrancisco Toledo habla del sismo como sinónimo de un triste reencuentro con Juchitán:" la casa del abuelo en Ixtepec se cayó,  las dos casas de los abuelos se cayeron, y en Juchitán,  la casa de la tía Lupe también se cayó;  y en fin, los amigos...tengo un amigo que murió su hija, se derrumbó la casa y su hija no pudo salir".

Mientras tanto, las  cocinas comunitarias seguirán funcionando hasta que pase la emergencia.
 

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