Ricardo, estuvo preso cinco meses por el presunto robo de una bicicleta. La estancia en la cárcel fue difícil, recibió castigos, maltratos y amenazas; además de su libertad, perdió su trabajo como chófer en una empresa de pinturas y su esposa decidió abandonarlo.
Después de algunas pruebas e investigaciones, la organización "Reintegra A.C." se interesó en su caso, lo consideró candidato para liquidar su fianza; sumaba apenas cinco mil pesos, pero Ricardo no la podía pagar.
Un estudio elaborado por la Conferencia del Episcopado Mexicano revela que en México el 62% de los presos que hay en el país están recluidos por robos que no exceden los dos mil pesos. Sin embargo, en su mayoría no cuentan con recursos para pagar una fianza.