Islamofobia a la mexicana

Foto: Tomada del video

Habybah Haydeè, una mexicana convertida al Islam desde hace año y medio, caminaba por las calles del Centro Histórico cuando un grupo de Testigos de Jehová la vieron pasar. Entre gritos e insultos, un hombre la golpeó con una Biblia en la cabeza. Habían pasado sólo unas semanas tras los ataques terroristas en Paris.

Los violentos asesinatos y los atentados cometidos por el Estado Islámico han repercutido internacionalmente en la percepción del Islam y de sus feligreses, lo cual ha provocado discriminación y agresiones en diversas partes del mundo. México no ha sido ajeno a esta ola de rechazo hacia los musulmanes.

A pesar de que en la comunidad musulmana de México no existe antecedente alguno de violencia, sus integrantes han denunciado tratos discriminatorios, incluso dentro de sus propias familias, quienes los instan a dejar su religión por miedo a que la práctica del Islam los acerque a actos terroristas. 

Sin embargo, diversos miembros de esta congregación han alzado la voz para recordar que el terrorismo no tiene religión ni patria. Los musulmanes, preocupados por las generalizaciones y la perpetuación de estereotipos, aseguran que esta minoría violenta no los representa. 

En México, esta comunidad ha crecido a partir de la década de los noventa. Las cifras oficiales registran a tres mil 760 musulmanes en el país, lo cual puede no describir con precisión a esta población tras 6 años desde que el INEGI realizó su último censo. No obstante, es importante destacar que en una década, el número de musulmanes en el país se duplicó, pues en 2000 el INEGI registró alrededor de mil 500. Es, en su gran mayoría, una comunidad  conformada por nacionales conversos y no por extranjeros como se suele pensar.

 

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