La popularidad del tatuaje va en aumento

Eduardo es médico con especialidad en traumatología, pero esto no le ha impedido sumarse al boom de la tinta en la piel.

De acuerdo con el Consejo Nacional para Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED , en México una de cada diez personas, tiene al menos un tatuaje. La cifra total de quienes han decidido marcar su cuerpo, podría llegar a 12 millones y Eduardo forma parte de ese universo.

  • Tiene tres figuras. La más emblemática la lleva en la espalda y representa un recuerdo de lo que alguna vez fue su banda de rock.

"Es común ver tatuajes y muchos de mis pacientes ya están tatuados; se vuelve un tema de conversación, aparte de la medicina", cuenta el médico que actualmente labora en una clínica privada de la Ciudad de México.

Datos de la Secretaría de Salud a nivel Federal, revelan que cada año se tatúan más de 30 mil personas en México. Lo que antes se consideraba un tabú, ahora es visible en cualquier localidad.

Hoy en día mínimo te encuentras con 10 personas tatuadas cuando transitas por la calle, cuenta Eduardo, quien ya planea su cuarto tatuaje.

Otro fanático de la tinta sobre la piel, es Radaitt. De hecho se ha convertido en autor de cientos de figuras, letras y rayas, que han quedado plasmadas en la piel. Afirma que su trabajo es cada vez más demandado.

"Se abrió más el medio, cuando yo comenzaba era un ambiente más cerrado pero con el pasar de los años se ha incrementado el auge. Ahora es bastante notable, tanto en el equipo, como de personas que están tatuando", afirma el tatuador con más de 10 años de experiencia profesional en este medio.

Los clientes del estudio donde labora Radaitt son variados, ahí los estratos sociales no son impedimento. Lo mismo acuden militares, policías o médicos, lo cual reafirma el auge.

Pese a esta apertura, aún hay quienes son discriminados. Es por eso que Roberto Castillo decidió fundar la Asociación Civil, Mi capacidad no es tatuada, es demostrada, encargada auxiliar y dar acompañamiento, en caso de ser discriminado por estar tatuado.

"Los casos van desde personas a las que no les dejan donar sangre; a quienes les han negado trabajos o a personas que no les han dejado inscribir a sus hijos a las escuelas porque son padres con tatuajes", aclara Roberto, presidente de la asociación.

  • Una marca con tinta de tamaño estándar, puede costar entre 500 y mil pesos, todo depende de modelo, técnica y el uso de colores.

Aunque el boom sigue creciendo, tatuadores confiesan que pese a tener el dinero para pagar una línea en la piel, puede haber un costo que va más allá de lo económico, pues un tatuaje es para toda la vida y aseguran que es una decisión que debe hacerse 100% seguro.

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