Las monedas bien cuidadas y administradas pueden hacer sueños realidad, pero cuando estas son únicas o especiales, el conservarlas en buen estado sin gastarlas ni modificarlas te convierte en parte de la historia, es decir en un coleccionista de monedas, mencionó Víctor Valenzuela, quien desde niño aprendió de su abuelo el valor acumulable de los metales.
Las monedas, en voz de los propios coleccionadores, son tesoros de bolsillo, que no valen cinco pesos ni diez, su valor es histórico.
"A mí se me hace algo muy interesante el coleccionar las monedas, hoy en día tengo una compilación muy pequeña de monedas, pero sé que así estoy rindiéndole tributo a la historia de nuestro México", comentó Raúl Cortés, quien a sus 21 años de edad, conserva en un álbum monedas de 5 pesos de diferentes épocas.
Numismáticos de la Casa de Moneda de la Ciudad de México señalan que conforme pasa el tiempo, los centavos bien conservados pueden llegar a valer miles, como señaló un coleccionista que empezó a recolectar pesos a partir de las monedas que su abuelita dejaba olvidadas en la máquina de coser.
"El precio se lo pone la oferta y demanda, las condiciones de cuidado y su extrañeza, por ejemplo, puedes llegar a pedir un millón de pesos por ella, todo depende a quien se la ofertes", comentó Víctor Valenzuela.
Los aficionados y expertos en cuidado y conserva de monedas, no solo buscan las antiguas, también las raras y las que fueron acuñadas con algún error, ya que, en algunos casos, el valor comercial de las monedas aumenta.
"Te estás refiriendo a las piezas de diez pesos de gráfila invertida del año 2007, las cuales, ni el Banco de México ha logrado determinar si son legítimas, pero que a partir de rumores se creó la leyenda que son piezas de un excesivo valor, pues hay personas que en Internet llegan a pedir por cada una de ellas, entre 5 a 10 mil pesos, aunque la realidad se viene pagando un máximo de doscientos a trescientos pesos por cada una de ellas y eso si están en buen estado", declaró Salvador García Lima, jefe del acervo numismático de la Casa de Moneda de la Ciudad.
Ángel Valtierra, conocedor del tema asegura que antes de adquirir una pieza coleccionable es necesario aprender:
"Hay que tener mucho ojo y hay que tener una experiencia y hay que referirse a los listados y a los catálogos y a las publicaciones para saber de ellas, pues lo deseable en una moneda antigua es que demuestre el paso de los años, por lo cual no es recomendable limpiarlas con agua, ni productos abrasivos", explicó.
Los expertos consideran que a las monedas: no hay que limpiarlas ni tocar las caras, más bien manejarlas por los cantos o lados, de preferencia usar guantes de hule o algodón y no dejarles huellas y, lo más importante, guardarlas en el estado en el que se encuentran e intervenirlas lo menos posible
"El Museo Numismático Nacional cuenta con literatura especializada sobre el tema y, el primer domingo de cada mes, especialistas nos reunimos en él, que está ubicado en la calle Bolivia sin número, en el Centro Histórico de la CDMX," explicó un coleccionista mexicano, que tiene las monedas más caras y antiguas del país, pero que no quiso revelar su identidad por razones de seguridad.