Detrás de la línea de saque recibe el balón de manos del árbitro y al silbatazo da el pase a su compañera, quien, de un medio giro brinca, lanza el balón y encesta.
Son Quetzales, mujeres mexicanas de uno de los dos equipos que representa a la Ciudad de México en la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil, LMBPF.
Somos las primeras que tenemos la dicha de decir que somos basquetbolistas profesionales aquí en México, algo muy importante para el deporte y el crecimiento de la cultura física , comentó Ana Ramírez, una de las 100 jugadoras profesionales, de los 8 equipos que conforman esta asociación deportiva.
El 9 de enero del 2017 se fundó la liga profesional y esta es su cuarta temporada, mientras tanto las jugadoras dan todo en la cancha, realizando un juego que no sólo beneficia físicamente sino también incentiva el trabajo en equipo, comentó Karla Ramos, basquetbolista de 24 años, recién egresada de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Aunque la liga está conformada por practicantes provenientes de diversas naciones, entre ellas: Cuba, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, etcétera, Quetzales es el único equipo conformado únicamente por mexicanas.
Pertenecer al equipo integrado por puras jugadoras de nuestro país, en realidad es algo que me llena de felicidad y orgullo , relató Izchel Valdez Tapia, atleta preseleccionada para ser parte de la selección nacional.
Mujeres de 18 a 35 años, buscan inspirar a las nuevas generaciones, aunque México ocupe el lugar 33 del ranking en esta disciplina en la categoría femenil a nivel mundial, según datos de la Federación Internacional de Baloncesto, FIBA: nuestro enemigo fundamental dentro y fuera de la cancha, es la falta de apoyo y difusión, pues el futbol es lo que más se ve en México y el básquetbol aunque es el segundo deporte que más practican las mexicanas, estamos luchando para que más marcas y personas volteen a vernos y nos apoyen , aseguró la originaria de Ciudad Victoria, Tamaulipas Ana Ramírez, quien vive en el centro del país por su contrato con Quetzales.
Recibe la pelota naranja en sus manos, la bota al ritmo de sus pálpitos hasta un paso antes de la línea de 3 puntos y sin que su contraria reaccione, decide colarse hasta el fondo de la cancha y esquivar a cuatro opositoras, dar un brinco y al caer al suelo, levanta la mirada y ve entrar el esférico en la unión de fibrillas blancas colocadas en forma de red, suena la alarma que anuncia el terminó del juego y con estos dos puntos finales ganan el encuentro, son deportistas que trabajan para poner en alto el nombre de México.