Los primeros interesados en dejar las drogas ya se acercaron a la Clínica de Atención Integral para las Adicciones, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Un espacio operado por médicos expertos y que forma parte de la estrategia lanzada por la UNAM para alejar a los alumnos de las redes de los narcomenudistas.
Pablo de la Fuente es Médico Psiquiatra con especialidad en adicciones y forma parte del equipo de esta nueva clínica, asegura que tras la apertura, han llegado los primeros 20 pacientes. Entre ellos predominan los padecimientos como la ansiedad y la depresión.
En entrevista con UnoTV, De la Fuente narró que "la sustancia de impacto al momento, la mayor ha sido alcohol, pero bueno también tiene consumo de alguna otra sustancia, marihuana, cigarro, algún estimulante".
La clínica se ubica en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, de la Facultad de Medicina, en Ciudad Universitaria. La atención es exclusivamente para alumnos y trabajadores de la UNAM.
La información de quienes acuden a recibir atención será confidencial y, si así lo desean, podrán dejar el tratamiento en cualquier momento.
Pero la UNAM busca revertir la venta y el consumo de drogas desde diversos frentes. En espacios publicitarios, como el Pumabús, o en pantallas dentro de la Universidad, hay leyendas como: "Cuando le compras, le das algo más que tu dinero", en alusión a los narcomenudistas. Con esto buscan concientizar a los universitarios.
La campaña emprendida por la UNAM también ha permitido recuperar puntos estratégicos, que en su momento fueron utilizados por delincuentes.
El perímetro conocido como "Los Frontones" es muestra de ello. El pasado 23 de febrero, sujetos que presuntamente vendían droga en el lugar se enfrentaron a balazos, dos de ellos murieron.
Sin embargo hoy luce diferente. Las autoridades volvieron a tomar el control de la zona, los alumnos ya pueden transitar por ahí con mayor seguridad. Los elementos de Vigilancia UNAM reforzaron su presencia en la zona y ya no hay narcomenudistas que operen visiblemente.
Además el área cuenta con botones de pánico, para alertar a las autoridades universitarias en caso de alguna emergencia, la zona también fue delimitada en su totalidad y, para ingresar es indispensable identificarse.
Ahora los alumnos admiten que, aunque los narcomenudistas podrían estar en otros puntos del campus, por ahora se sienten más tranquilos en este rincón universitario.