Cada vez, más personas buscan mejorar su apariencia sin importar los métodos a los que se tengan que afrontar.
En las últimas dos décadas, la cirugía plástica fue desplazada por la famosa técnica de aplicación de la toxina botulínica, mejor conocida como bótox. Esta sustancia bloquea la producción de acetilcolina que es la encargada de contraer los músculos.
Su aplicación sirve para suavizar las arrugas del entrecejo, del labio superior y los surcos que se encuentran en las comisuras de los labios. Su efecto tensor o de relleno puede durar entre seis meses y dos años dependiendo la zona en que se aplicó.
Es importante señalar que esto también ocasiona efectos secundarios como:
- Dolor de cabeza
- Dolor, hinchazón y enrojecimiento de la cara
- Síndrome gripal
- Caída temporal del párpado
- Debilidad muscular
En los últimos diez años, la demanda creció 150% en el país y en el mundo creció 1000% desde el 2000. El 95% de hombres y mujeres que utilizan este tratamiento estético lo hacen para corregir las patas de gallo y las arrugas debajo de los ojos y del entrecejo. Actualmente, el 70% de las mujeres lo utilizan, frente a un 30% de hombres.
Antes de inyectarse se recomienda a los pacientes que verifiquen:
- La certificación del médico
- La experiencia en cirugía cosmética de la piel del médico
- Clínicas médicas garantizadas que ofrezcan técnicas estériles
- Pros y contras de estas inyecciones
El abuso de esta sustancia puede ocasionar daños graves a la salud, por lo que se recomienda administrarla cada tres meses o más.
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