Algunas actitudes machistas que adoptan las mujeres

Lo cierto es que las actitudes machistas no son exclusivas de los hombres. Foto: AP

¿Sabías que el machismo no viene solo de los hombres, también de las mujeres y que muy seguido tenemos actitudes o comportamientos machistas sin darnos cuenta? Pues aquí te presentamos algunos ejemplos que te harán darte cuenta de ello:

Seguro en al menos en una ocasión has escuchado a una mujer referirse a otra o incluso tú misma lo has dicho:

¡Es una "fácil" porque "coquetea" con todos los hombres! ¿Y qué tal cuando demeritas a una compañera de trabajo, diciendo que consiguió el puesto porque se le ofreció al jefe? 

Aunque no lo creas, se trata de actitudes machistas que, aunque suenen normales, debemos dejar de hacerlas si es que en verdad buscamos una igualdad de género.

Las mujeres disfrutamos criticar y hablar a las espaldas de otra, pero no es una práctica sana. Así que si vemos a una chica con un chico diferente cada semana, abstengámonos de decir que es porque es una cualquiera.

Otra situación de machismo es cuando criticamos a otras mujeres por cómo se ven ya que juzgamos a las mujeres por cómo se ven, alimentando ese control que nos han impuesto sobre el cuerpo. ¿Qué más da si otra chica pagó por tener más busto, nalgas o el abdomen plano? ¿Qué tal si simplemente es su complexión o si se esfuerza por conseguir ese cuerpo? Cada quien toma decisiones sobre su propio cuerpo, lo importante es sentirse bien con una misma.

Aún existen mujeres que aún creen que el hombre debe pagarles todo cada vez que salen en una cita, pero por un lado, queremos el reconocimiento de que somos un género empoderado, y por otro, queremos seguir en el papel de "damisela en peligro", que vemos en las películas y cuentos románticos, pero no debemos depender de esa creencia de que el hombre se hace cargo de todo. 

¿Por qué cocinar debe ser sinónimo de ser mujer o por qué eso determina si nos quedamos solteras o nos casamos? Esta es una frase muy común entre tías y abuelitas, por lo que es común que las escuchemos decir que debemos aprender a cocinar. Aunque muchas veces lo digamos de juego, no debemos adoptar esta frase como algo que determine nuestro estatus. 

También ocurre cuando nos rompen el corazón, pues tendemos a generalizar a los hombres. Esta es una forma de machismo ya que homogeniza las formas de ser de la mujer y del hombre. 

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