AMLO informa sobre atención a víctimas de Tlahuelilpan

López Obrador pide evitar "huachicol". Foto: Cuartoscuro

A un año de la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, el gobierno federal presentó este viernes un informe sobre la atención que se ha dado a las víctimas de la explosión en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) por una toma clandestina.

En conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la tragedia, ocurrida exactamente hace un año, ha sido el evento más triste que le ha tocado vivir en lo que va de su gobierno y refrendó su llamado a todos los que viven cerca de ductos para que no participen en la práctica del "huachicol".

Acompañado por la subsecretaria de Gobernación, Diana Álvarez, y el coordinador nacional de Protección Civil, David León Romero, aseveró que se ha apoyado a los familiares de las víctimas y "tenemos el compromiso de seguir atendiendo las causas" que originan el robo de combustible.

El mandatario federal también refirió que, a pesar de la tragedia de Tlahuelilpan, que dejó 137 persona muertas y 13 más heridas, Hidalgo es la entidad con más "huachicol", seguido del Estado de México, por lo que exhortó a la población a no participar ya que es un riesgo.

Es un llamado a todos, a la población en general, a las comunidades que viven cerca de los ductos, no es lo que se roban de combustible, son las vidas, es un riesgo altísimo", expresó López Obrador.

El mandatario federal dijo que estas prácticas se hacían ante la falta de oportunidades y en la que estaban involucradas las autoridades. En ese sentido, se comprometió a que su gobierno siga dando opciones para que no falte apoyo y haya trabajo.

La tarde del viernes 18 de enero del año pasado, alrededor de las 14:20 horas, elementos del Ejército mexicano detectaron una toma clandestina de combustible en Tlahuelilpan a 13 kilómetros de la refinería de Tula.

Más tarde, a las 15:40 horas pobladores comenzaron a aglomerarse en la zona. Vídeos publicados por testigos y periodistas que se encontraban en la zona daban cuenta de la llegada de personas en vehículos cargados de bidones y bandejas donde almacenarían y recolectarían el combutible que minutos más tarde alcanzó un chorro blanquecino de más de seis metros de altura.