Estamos en la época del año en que las enfermedades respiratorias van en aumento debido a los cambios bruscos de clima, por eso hay que prevenir el contagio y tratarlas a tiempo para que una simple gripe no se vaya a convertir en una enfermedad grave que nos lleve al hospital.
Tanto la gripe como la influenza son enfermedades respiratorias, pero son provocadas por diferentes virus. Debido a la similitud en sus síntomas en complicado identificar cuál es la que se tiene.
Estos son los síntomas de la influenza:
- Fiebre de más de 38.5 grados
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Dolor corporal
- Escalofríos
- Secreción y congestión nasal
- Vómitos eventuales y diarrea
Si persisten estas molestias es necesario que acudas con tu médico para que te haga las pruebas pertinentes para comprobar si se trata de una gripe común o influenza.
De no atender estas molestias con anticipación, la enfermedad se puede complicar y se pueden presentar los siguientes síntomas:
En niños:
- Dificultad para respirar
- Coloración azulada en la piel
- Fiebre con sarpullido
- Consumo insuficiente de líquidos
En adultos:
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Mareos
- Vómitos persistentes
- Confusión
Es importante que se recete un tratamiento adecuado de antivirales para evitar que esta enfermedad se convierta en una neumonía o bronquitis.
Las personas que están en mayor riesgo de contraer esta enfermedad son niños menores de cinco años, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas y personas que sufran de alguna enfermedad crónica.
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