¿Ya fueron a tomarla? Conoce el significado del Miércoles de Ceniza

El sacerdote coloca la cruz en la frente y dice las palabras En polvo eres y en polvo te convertirás. Foto: cuartoscuro

Para la gente con creencia católica en todo el mundo este día no es una fecha más en el calendario, sino que tiene otro significado; de acuerdo con la tradición, este miércoles es Miércoles de Ceniza, fecha que marca el inicio de la Cuaresma, es decir, 40 días antes del Domingo de Ramos, día de inicio de la Semana Santa.

  • Cuaresma: período de cuarenta y seis días, desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de Resurrección, en el cual algunas iglesias cristianas preceptúan ciertos días de ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta que ayunó Jesús en el desierto.

En muchos lugares, fieles acuden a capillas, templos e iglesias para escuchar misa en la que se invita a ayunar, tener abstinencia y a reflexionar por la vida y muerte de Jesús, así como por sus pecados y después pasan frente al sacerdote, quien les coloca sobre la frente una cruz con cenizas de color oscuro. 

¿Por qué la ceniza?

Antiguamente, en el judaísmo, las personas acostumbraban ponerse ceniza cuando habían pecado, por lo que el catolicismo adquirió la práctica.

Este día, mientras el sacerdote coloca la cruz en la frente, dice estas palabras:

En polvo eres y en polvo te convertirás"..

¿De dónde vienen las cenizas?

La ceniza se obtiene tras quemar las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior.

¿Qué significa la colocación de ceniza?

Al recibir las cenizas, los creyentes aceptan que esta vida es pasajera, pues, tras la muerte, les espera la eternidad junto a Dios. 

Se arrepienten de los pecados cometidos y hacen la intención de no volver a caer en sus fallas; además, reflexionan con la finalidad de prepararse para la Pasión de Cristo. 

Asimismo, se les pide como sacrificio abstenerse de comer carne, hacer ayuno y ayudar al prójimo. 

No comer carne deberá hacerse, tanto este día como todos los viernes de la Cuaresma; se trata de una forma de renovación y preparación espiritual para la Pascua, fecha en que los católicos celebran la resurrección de Jesús tras haber sido crucificado.