Durante su XXII Asamblea Nacional, el PRI aprobó por unanimidad su estrategia política para "ganar la elección presidencial y retener el poder en 2018, por lo que modificaron sus estatutos para permitir la figura de "ciudadanos simpatizantes", que aprueba ser candidato a una persona no militante.
El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que la ruptura de los candados para permitir que tanto militantes como simpatizantes del PRI aspiren a la candidatura por la presidencia de la república en 2018 "no tiene dedicatoria particular".
El mandatario también dijo que el Revolucionario Institucional se presentará a la elección de 2018 después de haber impulsado con éxito la transformación del país, y "hemos asumido los costos en el camino por habernos atrevido a cambiar y mejorar las cosas".
Por su parte, la secretaria general del partido, Claudia Ruiz Massieu, dijo que el PRI no cambia de nombre ni de siglas, pero se renueva en visiones y estilos para hacer política para mantener el poder en 2018 y que para transformar a México es necesario mostrar capacidad para transformarse como partido político, renovarse y reconocer errores.
También aprobaron una medida que prohíbe a los senadores y diputados del partido saltar entre las Cámaras del Congreso.
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